Con un cielo, cubierto
por las rimas de Lope
avanzando a galope
hasta lejano puerto,
despejado y abierto,
sin límite y sin tope
que ojalá que me tope
con dicho sueño incierto,
encontré que allá arriba,
eterna fulgurante,
tu mirada tan viva
seguía al caminante
que era yo, mientras iba
sin pausa hacia delante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario